10 de novembro de 2025

EL PAJE SALVADO POR LA MISA

Santa Isabel de Portugal tenía un paje muy virtuoso y piadoso, a quien encargaba la distribución de sus limosnas. Otro paje, que ambicionaba aquel cargo y era muy envidioso, lo acusó ante el rey de un gran crimen, de un pecado muy vergonzoso. El rey creyó las mentiras del paje perverso y resolvió dar muerte al joven paje de la santa reina.

Ordenó a un hombre que tenía un horno de cal que arrojara al fuego al primer criado que llegase a preguntar si se habían cumplido las órdenes del rey.

Luego mandó al joven paje que fuera a llevar el mensaje al dueño del horno. El muchacho partió inmediatamente; pero al pasar por una iglesia y oír tocar para la misa, decidió oírla antes de continuar su camino.

Mientras asistía a la misa, el rey, impaciente por saber si había muerto, envió al paje calumniador a preguntar al hombre del horno si había ejecutado la orden del rey. Corrió tan deprisa que llegó primero al horno y, tras dar el recado, el hombre lo arrojó inmediatamente al fuego.

Ya estaba ardiendo cuando, poco después, llegó el paje de la reina, que había asistido a toda la misa, y preguntó si se había cumplido la orden del rey.

Habiendo recibido una respuesta afirmativa, corrió al palacio para comunicársela al rey.

Al ver al muchacho, el rey quedó estupefacto y comprendió los secretos designios de la Divina Providencia, que había permitido el castigo del culpable y la salvación del inocente.

Un niño llamado Renato, a quien su padre contó este hecho, quedó tan impresionado que no solo quiso oír muchas misas, sino también hacerse sacerdote para poder celebrar para otros el santo Sacrificio

Nenhum comentário:

Postar um comentário